El pequeño Keneth Yafeth Rodríguez, de dos meses, lloró desconsolado al sentir el piquete de la aguja, su madre que lo cargaba en sus regazos estaba feliz, su hijo había recibido sus primeras inmunizaciones, vacunas esenciales: rotavirus, hexavalente y neumococo conjugado.
Es muy probable que estas vacunas le salvarán la vida a Keneth ante una serie de enfermedades que enfrentará durante su etapa de crecimiento.
Esta escena se dio en la comunidad de Hato Culantro, en la Comarca Ngäbe-Buglé, lejos de la urbe capitalina, luego que, por primera vez, el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) articulara alrededor de sus zonas de pagos de los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC), ferias integrales que le permitió a instituciones como el Ministerio de Salud (MINSA) brindar sus servicios médicos.
Solo en la Comarca Ngäbe-Buglé, el MINSA aplicó 1,678 vacunas a los beneficiarios del MIDES. También se brindaron servicios de laboratorios, exámenes, pruebas de visión y se entregaron medicamentos.
En esta ocasión, Elia Castrellón vacunó a su hijo persuadida por una enfermera que voceaba a todo pulmón las vacunas.
“Hay vacunas para todos, acérquense, vacúnese contra la influenza, contra el sarampión, contra la tosferina, contra la tuberculosis y otras enfermedades más”, decía la enfermera a un grupo de mujeres que vestían naguas anchas de colores llamativos.
Elia al enterarse de la jornada, abrió su chácara, un bolso tejido con fibras de planta de pita y de su interior sacó a Keneth, que dormía plácidamente, luego caminó a donde estaban las enfermeras.
Esa mañana Elia Castrellón viajó muy temprano desde Cerro Gato (donde reside) hasta la junta comunal de Hato Culantro, para recibir la transferencia monetaria que le otorga el programa Redes de Oportunidades del MIDES.
Para los residentes de Hato Culantro, que se encuentra a siete horas de la capital, la jornada fue de gran ayuda. Elia indicó que para acceder a servicios médicos deben viajar largas distancias hasta un centro hospitalario.
Jacinto Montezuma y Dalia Muñoz también asistieron para recibir los beneficios que le otorga el programa de B/.120 a los 65. Estos adultos mayores de 68 y 72 años, respectivamente, se aplicaron vacunas contra la influenza y la COVID-19.
Montezuma recibió unos lentes cortesía del despacho de la Primera Dama de la República, que le ayudaron a mejorar su visión. Mientras que a Delia le recetaron un jarabe para una tos que la aquejaba.
La doctora Karen Holder, directora nacional de Provisión de Servicios de Salud del MINSA adelantó que en la Comarca Ngäbe-Buglé, se está aplicando todo el esquema de vacunas.
Para el MINSA, un gran aliado del MIDES, esta jornada es imprescindible para la salud de los menores de edad que residen en áreas de difícil acceso.
Holder adelantó que cada año el MINSA coloca más de 300 mil vacunas en la Comarca Ngäbe-Buglé a través de alianzas estratégicas, como la que desarrolla con el MIDES, que les permite acceder a áreas remotas y de difícil acceso.
MIDES fortalece alianzas
La ministra de Desarrollo Social, Beatriz Carles, adelanta conversaciones con el Ministerio de Salud (MINSA) y el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) para ampliar la cobertura de las ferias médica y feria agropecuaria para el cuarto pago de los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC) programados para el 18 al 22 de noviembre en áreas de difícil acceso.
El Ministerio de Desarrollo Social atiende a 28,332 panameños (as) en la Comarca Ngäbe-Buglé con transferencias monetarias que asciende a 5.7 millones de balboas, que le permite a panameños (as) de escasos recursos acceder a alimentos, medicamentos y artículos de primera necesidad.